El 10 de agosto de 1809, constituyó, sin duda alguna en un antes y un después para la Audiencia de Quito, ya que en esta fecha un grupo de criollos quiteños se rebelaron en contra de las autoridades locales encabezadas por el conde Ruiz de Castilla y establecieron una Junta Soberana que ejerciera el poder en nombre de Fernando VII, buscando un nuevo sentido de autonomía y soberanía. Este evento, a la postre, marcó el inicio del proceso de independencia en Ecuador y América Latina, ya que si bien la idea de independencia no se promovería en ese instante esta fecha se convirtió en crisol de lo que fueron los movimientos por la independencia en estos territorios.
Los documentos que detallan el establecimiento de la Junta se perdieron debido al proceso propio de esta convulsión social, pero existen actas de este año que proveen evidencia de las acciones que se tomaron una vez que se creó este nuevo sistema de gobierno encabezado por Juan Pío Montúfar, Marqués de Selva Alegre, quien prestó juramento como Presidente el 18 de agosto de 1809, a pesar de que es un juramento corto no se aleja de las líneas tradicionales de devoción al rey Fernando VII, quien se encontraba en Francia retenido tras verse obligado por Napoleón a ceder la corona española a su hermano José Bonaparte.
De esta forma, en el juramento realizado por Montúfar se planteó todavía la lealtad al Rey, ratificando el deseo de la Junta de establecer esta autonomía de lo que consideraban eran funcionarios al servicio de Bonaparte y cuya fidelidad estaba en duda por reconocer y laborar bajo un “usurpador”. En otro documento fechado para el 16 de agosto, y tan solo a seis días del inicio de la revuelta, se envió un documento firmado por Montúfar para el nombramiento de ministros de Estado, guerra, justicia y hacienda, se coloca en estas dignidades a Juan de Dios Morales, Manuel Quiroga y Juan Larrea respectivamente; brindando de esta manera una estructura y competencias precisas en cada uno de los estamentos que se deben manejar desde la Audiencia.
Poco después, la Junta fue desintegrada, y sus gestores fueron perseguidos, encarcelados, enjuiciados y asesinados por la defensa de este primer estamento independiente de las autoridades peninsulares. Su trascendencia radica en el aporte que brindan al surgir de entre la sociedad quiteña, el nivel de organización demostrado y cómo a pesar de haber generado un estallido social las actividades tanto sociales como económicas no se ven afectadas en su mayoría; de hecho, lo sucedido en Quito impulsará la creación de Juntas similares en los territorios de otros Virreinatos e iniciando el proceso de que se conocerá como el período de independencia para varios territorios de la región.
Actas del Consejo. 16/08/1809. 28-28v.
Imágenes:
1.- Actas del Consejo 1809. Sobre los pliegos enviados por el Marqués de Selva Alegre para el nombramiento de ministros. Fol. 28.
2.- Actas del Consejo 1809. Juramento de fidelidad, al Soberano del Marqués de Selva Alegre. Fol. 28v.
3.- Actas del Consejo 1809. Juramento de fidelidad, al Soberano del Marqués de Selva Alegre. Fol. 29.