La Planta Eléctrica Municipal de Quito

Gaceta 1937, Nº 86, Primero Contrato que hizo el Concejo de Quito, sobre alumbrado público.

El proyecto de una Planta Eléctrica Municipal para Quito fue iniciado en 1934, cuando Jacinto Jijón y Caamaño presidía el Concejo. El proyecto no se cristalizó en ese año debido a la falta de recursos; sin embargo, tomó un nuevo impulso en 1935 y, finalmente, se inauguró en 1937. Para que Quito pueda contar con una planta eléctrica pública, el Municipio hizo una importante inversión y, además, se valió de préstamos otorgados por varios capitalistas de diversas entidades privadas y corporaciones.

Un factor determinante para acelerar la inauguración de esta obra fue el aumento de las tarifas de los proveedores de luz eléctrica. La primera empresa privada que prestó este servicio pertenecía a Julio Urrutia y Manuel Jijón Larrea con quienes el Municipio mantuvo un contrato desde 1894. El costo del alumbrado en aquella época era de veinte y cuatro sucres anuales por cada lámpara de kerosine que se reemplazaba con luz eléctrica de calidad. Los empresarios estaban a cargo de iluminar las calles y plazas de la ciudad veinte y dos noches al mes, desde las 18h00 hasta las 00h00. Este contrato tuvo una validez de cuatro años, después fue renovado.

Cuando el plan de constituir una empresa eléctrica propia fue una realidad, el Municipio inició los trabajos de instalación de las potentes turbinas en una casa situada en la parroquia de Conocoto. El acueducto de esta planta partía desde el Río de San Pedro, tenía una longitud de cinco kilómetros que conducía catorce mil metros cúbicos de agua y con una caída de sesenta metros. Este acueducto estaba revestido con piedra y cemento para evitar filtraciones de agua. Se contemplaron todos los detalles con la intención de ofrecer un servicio de calidad y que se mantenga en el tiempo.  

Finalmente, se publicó la “ordenanza para la administración y funcionamiento de la Empresa Eléctrica Municipal” el 14 de octubre de 1937, en este reglamento se especifican temas administrativos, cargos, servicios, tarifas, fondos, entre otros. La ordenanza está publicada en la Gaceta Nº 86 que reposa en el Archivo Metropolitano de Historia junto con un extenso análisis del alumbrado en la capital a lo largo del tiempo. Los detalles toman en cuenta aspectos económicos, sociales y políticos de este servicio público que hoy en día es común y constante en la rutina diaria de los pobladores, tal así que no imaginamos una ciudad sin calles y plazas iluminadas.

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