Obras públicas en el Quito del siglo XX

Quito experimentó, a mediados del siglo XX, un importante crecimiento geográfico, las autoridades locales se preocuparon por promover obras que aporten al desarrollo urbano y económico de la ciudad. Una de ellas fue el proyecto de creación de un estadio deportivo, un hipódromo, un hotel moderno y mercados nuevos que, según las autoridades, eran espacios necesarios y autofinanciables, de tal modo que el gasto no afectaría a los fondos municipales destinados a obras vitales como agua potable y luz eléctrica. Esta vez, compartimos la información de los documentos del Archivo Metropolitano de Historia acerca del proceso de licitación de estas obras públicas.

En el año de 1945, el Ilustre Concejo lanzó una convocatoria para que las compañías o personas interesadas en la ejecución de este proyecto envíen sus propuestas. Entre los espacios planteados estaban un estadio con capacidad para 35.000 a 40.000 personas, con pistas de atletismo, fútbol y deportes al aire libre y con dependencias anexas para espectáculos como basquetbol, box, una piscina, entre otras. Un hipódromo con pista y tribunas con una capacidad similar a la del estadio y con una pista de Polo; los terrenos proyectados para este propósito serían los de la Carolina y El Batán, que ya fueron destinados en el Plan Regulador de 1942-1945. Un hotel moderno con, por lo menos, 200 cuartos con baño, piscina y el equipamiento respectivo. Un mercado central planificado en los terrenos que, hasta entonces, estaban ocupados por el camal, otro mercado estaría ubicado en el norte.

Varios profesionales y empresas presentaron sus propuestas y se analizaron una a una en la “Comisión Especial para la construcción de varias obras para la ciudad de Quito”, los postulantes fueron:

1.- Ing. Suárez Dávila, para la construcción del estadio

2.- Luis Ernesto Borja, Ing. Ricardo Salazar y Dr. Juan Sevilla a nombre de la empresa “Constructora Moderna S. A.” para la construcción del mercado

3.- Ingenieros Jorge Casares, Alfonso Mora y José Pons para todas las obras requeridas

4.- Ingenieros Luis Iturralde y Otto Glass para todas las obras

5.- Ingeniero Eduardo Mena de la Compañía de Construcciones “Eduardo Mena C. – Atlas”, para todas las obras

6.- Harold T. Smith, también para todas las obras.

La Comisión determinó que las mejores opciones eran tres: la de los ingenieros Jorge Casares, Alfonso Mora y José Pons; la del Ingeniero Eduardo Mena y de la Harold Smith; ya que, “son empresas reconocidas y ofrecen las mejores garantías para la realización de tan importantes obras”, la comisión también aclaró que cualquiera que se escoja deberá empezar con la construcción urgente del estadio, ya que es la obra que se requiere con mayor urgencia.

Los proponentes escogidos eran empresas reconocidas y, más allá de las garantías que esto represente, el Municipio podría acceder a negociaciones en cuanto al tema financiero, incluso, algunos como Smith, trabajaron anteriormente en obras públicas. El presupuesto establecido para las construcciones era de: cinco millones de sucres para el hipódromo, cuatro millones para el estadio, diez millones el hotel y cinco millones para dos mercados, que suman un total de 24.000.000 sucres, esta cantidad sería gastada por el contratista mediante bonos municipales, del 7% de interés amortizables a quince años plazo.

En el Archivo Metropolitano de Historia reposan los documentos con el detalle de contratación y propuestas de los contratistas, en especial la de Harold T. Smith, representante de la empresa Smith. Este caso es relevante, ya que, en 1941 se encargó de otra obra pública, la perforación de cinco pozos en la Carolina que producían un caudal de 20.000 metros cúbicos de agua potable diarios para el abastecimiento de la ciudad y en 1942 lideró del proyecto de distribución de agua en la zona norte de Quito. En los documentos se evidencia que Smith fue uno de los favoritos para ocuparse del proyecto del hipódromo, incluso mantuvo conversaciones antes de que la convocatoria se publique.

El movimiento económico y social detrás de la construcción de estas obras significó para Quito un crecimiento sustancial tanto geográfica como económicamente. Lugares como el hipódromo acogían a grandes cantidades de público y, por ende, incentivaban las dinámicas de comercio. El hipódromo desapareció en la década de 1970 y estaba ubicado en la zona del actual parque La Carolina. Este importante espacio y otros como el estadio y los mercados se descubren en los documentos históricos del Archivo Metropolitano, te invitamos a visitarnos y conocer más de la historia de los lugares icónicos de nuestra ciudad.

Imágenes: 

 

1. Contrato entre Harold T. Smith y el Municipio de Quito para la ejecución de obras públicas

2. Contrato entre Harold T. Smith y el Municipio de Quito para la ejecución de obras públicas

3. Contrato entre Harold T. Smith y el Municipio de Quito para la ejecución de obras públicas

4. Contrato entre Harold T. Smith y el Municipio de Quito para la ejecución de obras públicas

5. Publicación de la convocatoria de la Municipalidad para obra pública

 

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