Jacinta: la esclava que clama libertad

Esta vez recordaremos a Jacinta Arboleda, una mujer esclava que levantó su voz por medio de los documentos. Jacinta fue esclava del Reverendo Padre Fray Miguel Corella quien la compró a su antigua dueña Micaela Álvarez, para ellos trabajó realizando labores domésticas desde 1817. A través de un documento del 9 de diciembre de 1827, después de diez años de su crudo destino, pide que su nombre sea considerado entre la lista de los esclavos que recibirán la manumisión.

Jacinta reclama que se cumpla la “benéfica intención” de Simón Bolívar de liberar a los de “su clase” de la dura esclavitud que han llevado la mayor parte de sus vidas. Esta promesa de 1822 no se ha hecho realidad, han pasado ya cinco años desde que Sucre venció en Pichincha y los esclavos aún no han experimentado la dicha de ser libres. Jacinta dice lamentar el paso de los años, la pérdida de su juventud en el rigor de la cocina, del lavado y del planchado y la decadencia de su salud. Ella espera que su buen comportamiento sea tomado en cuenta por la Junta de Manumisión y pueda obtener por fin su libertad.  

Junto con Jacinta, varios esclavos recalcan su conducta intachable, su obediencia y entrega a las labores que demandan sus amos. Estas cualidades constan como requisito en la ley de manumisión y deben ser consideradas en los esclavos que pretenden acceder al favor de la liberación. Si bien los documentos están firmados con el nombre y apellido de los peticionarios, esto no quiere decir que sepan leer y escribir, sino que es probable que el funcionario público sea quien está copiando la petición y firmando por ellos.

La independencia del régimen español no fue una garantía para la que esclavitud termine en estas tierras, muchos ofrecimientos no se cumplieron. No se sabe si Jacinta Arboleda obtuvo la libertad, pero junto a ella muchas mujeres y hombres alzaron la voz mediante los escritos y hoy podemos conocer sus realidades en compilados históricos. Algunas de estas peticiones constan en el libro de “Manumisión de Esclavos” que reposa en el Archivo Metropolitano de Quito.

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